jueves, 23 de abril de 2009

Transfugas


Como una bomba ha caído en Izquierda Unida que la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, acepte un puesto en el nuevo Gobierno andalúz de José Antonio Griñán. Las reacciones han ido desde la contundencia del diputado de IU, Gaspar Llamazares, que le acusa de haber actuado "con deslealtad", a la de Julio Anguita, que respeta su decisión pero afirma que "le resta credibilidad".
Llamazares opina que supone "un grave quebranto" para la izquierda y para Córdoba y se ha mostrado muy molesto con la decisión de la alcaldesa, con quien ayer mantuvo una conversación para "intentar disuadirla", y ha recalcado que es "un error" desde punto de vista personal y no tiene ninguna justificación desde el punto de vista político. "No entiendo su decisión, no la comparto", ha afirmado el diputado de IU, quien también le ha echado en cara que no culmine su labor municipal en Córdoba.
El ex coordinador general de IU e histórico dirigente del PCE, Julio Anguita, ha declarado que, en primer lugar, su postura es de "respeto máximo a una decisión personal", pero que "le resta credibilidad". "Es cierto que, a tenor de las decenas y decenas de declaraciones que Rosa ha hecho en estos años, a cerca de que terminaba su mandato y que lo primero era la ciudad (de Córdoba), esta decisión, que ha tomado desde su libertad y que no voy a comentar, contradice todo lo anterior ".

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