Estimada Rosa:
Era un secreto a gritos tu incorporación a un cargo público de la mano del PSOE. Llevabas mucho tiempo haciendo meritos y por fin lo has logrado, ya eres consejera del gobierno andaluz.
Nos has pedido respeto a los militantes y a los dirigentes de IU, y dices que cumplirás tus compromisos desde la lealtad.
El compromiso lo define el diccionario como: “obligación contraída, palabra dada, convenio a cumplir…”. Con tu decisión has hecho saltar por los aires todas las acepciones del compromiso, de la lealtad en la forma y en el fondo:
* Cuando se abandona la alcaldía de Córdoba, después de reiterar mil veces que tu prioridad era la ciudad y el contrato establecido con la ciudadanía y se traiciona la palabra dada, no se puede pedir respeto.
* Cuando IULV-CA expone su posición política en contra de las políticas del PSOE en Andalucía, calificándolas de neoliberales, al tiempo que Diego Valderas expone las alternativas de Izquierdas que figuran en el programa que tu también has aprobado y rompes con la lealtad programática, no se puede pedir respeto.
* Cuando el grupo parlamentario de IULV-CA vota en contra de la investidura del candidato, señor Griñán y este accede a la presidencia de la Junta con los votos del PSOE y aceptas formar parte de su gobierno, no se puede pedir respeto.
* Cuando se llama reiteradamente a la casa real para acudir a la boda de los príncipes y te desmarcas de la definición de IU como fuerza republicana en sus asambleas, no se puede pedir respeto.
* Cuando se ha sido parlamentaria, portavoz, alcaldesa, miembro de la direccion de IU y responsable institucional de la 3ª fuerza política de España, gracias a los y las militantes que han pegado carteles, han sido interventores, se han dejado la piel defendiendo unas ideas y unas candidaturas, y ahora asisten a un salto sin red desde la alcaldía y desde la direccion de IU al gobierno del PSOE, a través de la puerta giratoria y se consideran engañados, no se puede pedir respeto.
* Cuando se cambia un programa de transformación, una política aprobada en IU, por otro programa y otra política aprobada por el PSOE, la coherencia ideológica, programática y política, la credibilidad se rompen y aparecen los intereses personales y lo más feo y corrupto de la política profesional, no se puede pedir respeto.
* Cuando se le plantea a la ciudadanía, a los trabajadores que estás luchando por cambiar la sociedad, que se está con ellos y luego el que cambia por un cargo importante es el político de turno, no se puede pedir respeto.
* Cuando España se encamina a los 4,5 millones de desempleados y desempleadas, y alcanzará los 1,1 millones en Andalucía como consecuencia de la crisis del capitalismo, y desde IU se esta luchando por los derechos de los trabajadores, las mujeres, los jóvenes, los autónomos y los pequeños empresarios para que no paguen una crisis que no han provocado, y se abandona esa lucha para formar parte de un gobierno que defiende una política neoliberal, no se puede pedir respeto.
* Cuando no se puede mirar a los ojos a los y las militantes cargados con su memoria histórica, con su lucha, con su dignidad, con torturas y años de cárcel, con sus manos vacías como las de aquel jornalero que dijo “en mi hambre mando yo”, cuando se ha dejado de ser comunista y también militante independiente de la izquierda transformadora por ocupar un cargo en un gobierno, no se puede pedir respeto.
Finalmente, estimada Rosa, cuando se es un cargo público se está sometido a la crítica en el terreno ideológico, político, de gestión, y no se puede mandar callar a nadie ni pedir respeto para las personas que con su transfuguismo ideológico y político no se respetan a si mismas.
Los que continuamos en el campo de la Izquierda Transformadora, trabajando por construir el socialismo del siglo XXI, esperamos que vengan nuevas rosas y claveles, como ha dicho Cayo Lara, con tallos que no se quiebren cuando sople el viento del oportunismo.
Antonio Romero
Secretario Político del PCA en Málaga
Coordinador de la Red de Municipios por la Tercera República
Era un secreto a gritos tu incorporación a un cargo público de la mano del PSOE. Llevabas mucho tiempo haciendo meritos y por fin lo has logrado, ya eres consejera del gobierno andaluz.
Nos has pedido respeto a los militantes y a los dirigentes de IU, y dices que cumplirás tus compromisos desde la lealtad.
El compromiso lo define el diccionario como: “obligación contraída, palabra dada, convenio a cumplir…”. Con tu decisión has hecho saltar por los aires todas las acepciones del compromiso, de la lealtad en la forma y en el fondo:
* Cuando se abandona la alcaldía de Córdoba, después de reiterar mil veces que tu prioridad era la ciudad y el contrato establecido con la ciudadanía y se traiciona la palabra dada, no se puede pedir respeto.
* Cuando IULV-CA expone su posición política en contra de las políticas del PSOE en Andalucía, calificándolas de neoliberales, al tiempo que Diego Valderas expone las alternativas de Izquierdas que figuran en el programa que tu también has aprobado y rompes con la lealtad programática, no se puede pedir respeto.
* Cuando el grupo parlamentario de IULV-CA vota en contra de la investidura del candidato, señor Griñán y este accede a la presidencia de la Junta con los votos del PSOE y aceptas formar parte de su gobierno, no se puede pedir respeto.
* Cuando se llama reiteradamente a la casa real para acudir a la boda de los príncipes y te desmarcas de la definición de IU como fuerza republicana en sus asambleas, no se puede pedir respeto.
* Cuando se ha sido parlamentaria, portavoz, alcaldesa, miembro de la direccion de IU y responsable institucional de la 3ª fuerza política de España, gracias a los y las militantes que han pegado carteles, han sido interventores, se han dejado la piel defendiendo unas ideas y unas candidaturas, y ahora asisten a un salto sin red desde la alcaldía y desde la direccion de IU al gobierno del PSOE, a través de la puerta giratoria y se consideran engañados, no se puede pedir respeto.
* Cuando se cambia un programa de transformación, una política aprobada en IU, por otro programa y otra política aprobada por el PSOE, la coherencia ideológica, programática y política, la credibilidad se rompen y aparecen los intereses personales y lo más feo y corrupto de la política profesional, no se puede pedir respeto.
* Cuando se le plantea a la ciudadanía, a los trabajadores que estás luchando por cambiar la sociedad, que se está con ellos y luego el que cambia por un cargo importante es el político de turno, no se puede pedir respeto.
* Cuando España se encamina a los 4,5 millones de desempleados y desempleadas, y alcanzará los 1,1 millones en Andalucía como consecuencia de la crisis del capitalismo, y desde IU se esta luchando por los derechos de los trabajadores, las mujeres, los jóvenes, los autónomos y los pequeños empresarios para que no paguen una crisis que no han provocado, y se abandona esa lucha para formar parte de un gobierno que defiende una política neoliberal, no se puede pedir respeto.
* Cuando no se puede mirar a los ojos a los y las militantes cargados con su memoria histórica, con su lucha, con su dignidad, con torturas y años de cárcel, con sus manos vacías como las de aquel jornalero que dijo “en mi hambre mando yo”, cuando se ha dejado de ser comunista y también militante independiente de la izquierda transformadora por ocupar un cargo en un gobierno, no se puede pedir respeto.
Finalmente, estimada Rosa, cuando se es un cargo público se está sometido a la crítica en el terreno ideológico, político, de gestión, y no se puede mandar callar a nadie ni pedir respeto para las personas que con su transfuguismo ideológico y político no se respetan a si mismas.
Los que continuamos en el campo de la Izquierda Transformadora, trabajando por construir el socialismo del siglo XXI, esperamos que vengan nuevas rosas y claveles, como ha dicho Cayo Lara, con tallos que no se quiebren cuando sople el viento del oportunismo.
Antonio Romero
Secretario Político del PCA en Málaga
Coordinador de la Red de Municipios por la Tercera República
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