jueves, 5 de febrero de 2009

Ana Botella dice que los grafitis "no son arte, sino una lacra social"

Los equipara con las "cacas de perro".
agencias-larepublica.es
La delegada de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, pidió hoy la colaboración de todos madrileños en su cruzada contra los grafitis al pedirles que avisen a la Policía cuando observen a un grafitero pintando una fachada.
Durante su visita a Villa de Vallecas para comprobar las labores de limpieza integral del distrito, Botella señaló que, igual que el año pasado, el área de Medio Ambiente seguirá trabajando "con especial dedicación" en la eliminación de pintadas en las fachadas. "Los grafitis no sólo afean la ciudad sino que generan, además, un coste absurdo que pagan los madrileños con sus impuestos: nada más y nada menos que seis millones de euros", advirtió Botella, que indicó que el año pasado se eliminaron 380.465 metros cuadrados de pintadas, lo que equivale a 2,4 veces la superficie acristalada de las cuatro torres de la Ciudad Deportiva.
En este sentido, la delegada también recordó que la nueva Ordenanza de Limpieza y Gestión de Residuos, que será aprobada definitivamente en breve, incrementa las sanciones por realizar pintadas y grafitis. El importe oscilará entre 300 y 3.000 euros y podrá llegar hasta los 6.000 en caso de reincidencia.
"Queremos que los grafitis vayan desapareciendo poco a poco porque no son arte, sino una lacra social. El Ayuntamiento se gasta mil millones de las antiguas pesetas todos los años en limpiar grafitis, con los que podríamos hacer seis escuelas infantiles. La libertad del grafitero termina donde empieza la libertad del dueño de la fachada pintada", explicó.
Excrementos de perro
Botella también afirmó hoy que el Ayuntamiento sólo impuso el año pasado tres multas a dueños de perros por no recoger los excrementos de sus animales porque la Policía Municipal tiene que "priorizar". Además señaló que "hace falta mucha Policía Municipal" para controlar a los más de 250.000 perros censados en la capital, aunque advirtió que en breve se publicará una nueva ordenanza que "establece multas más altas". "Hay que priorizar y en algunas ocasiones es más necesario que la Policía se aplique a otras cuestiones que a vigilar a los dueños de los perros", justificó la concejal.
Por ello, solicitó la colaboración de los vecinos para que, al igual que con los grafitis, llamen la atención y denuncien a los dueños que no recogen las defecaciones de sus canes.
"Siempre que se abren debates sobre cuestiones básicas, es una buena oportunidad para que los madrileños sepan que la calle es un espacio de todos y todos debemos procurar convivir de una manera agradable para que el que no tiene perro no tenga por qué sufrir las consecuencias del que lo tenga y éste tiene que saber que hay otros vecinos a los que no les gusta encontrase en la calle con cacas de perro", concluyó.
Según datos facilitados por el área de Medio Ambiente, el año pasado se recogieron 33.838 kilos de residuos caninos dentro del Plan de Limpieza Integral.

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