El desfile de este año en Madrid ha estado compuesto por 31 carrozas que han estado secundadas por más de un millón de personas de multitud de organizaciones de gays, lesbianas y transexuales. La marcha ha dado comienzo a las seis de la tarde en la Puerta de Alcalá y ha llegado hasta la plaza de España pasando por Cibeles y Gran Vía.
La marcha la abrían a las 18.00 horas la ministra de Igualdad, Bibiana Aído; representantes del PSOE, IU y UpyD; los líderes sindicales y las principales organizaciones juveniles portando una pancarta por "Una escuela sin armarios".
En declaraciones antes de participar en la cabalgata, Aído ha asegurado que "tenemos muchos motivos para tener orgullo; somos un país abierto que ha hecho una apuesta clara por la ampliación de derechos", y ha asegurado que todos los gays lesbianas, transexuales, y bisexuales "tienen a su lado al Gobierno".
La ministra ha lamentado que el 50 por ciento de los adolescentes homosexuales sufran violencia en la escuela y en los centros educativos y ha asegurado que "todos tenemos que ayudar a que la escuela sea un espacio seguro para la diversidad, porque lo que se aprende de pequeños se queda para siempre".
31 carrozas de música, agua y baile
Tras las pancartas, multitud de organizaciones de homosexuales llegadas de todos los puntos de España desfilaron coreando a gritos y dejándose fotografiar por las miles de personas que se agolpaban en las aceras de las calles.
"A Castilla le gusta la tortilla", "cura, imán o rabino, no estorbes mi camino", "estas son las familias de Aragón", "me gustan las peras, me gustan las manzanas, y en la cama me acuesto con quien me da la gana" son algunos de los lemas más cantados a lo largo de la marcha.
Entre las organizaciones que han desfilado también se encontraba Crismhom, una asociación de cristianos homosexuales que apuestan por "educar como Cristo en el amor y la tolerancia" y aspiran a "integrar fe y homosexualidad".
Pero el plato fuerte de la marcha lo componían 31 carrozas o camiones engalanados o provistos de inmensos altavoces y desde los que bailarines y juerguistas con poca ropa lanzaban panfletos, condones, camisetas o caramelos.
La crisis también hace mella en el desfile
La crisis económica también ha repercutido en el presupuesto del desfile reduciéndolo en un 32 por ciento respecto al año pasado. Así mismo el número de carrozas se han reducido respecto a la última edición y los organizadores esperan que los visitantes se dejen unos cien millones de euros frente a los 120 del año pasado y los 200 de 2007, año en que se celebró el Europride.
Cada carroza que participa en el desfile tiene un coste medio de 12.000 euros y es financiada en gran parte por el patrocinio de las instalaciones móviles. A este coste hay que sumar el de dos personas como mínimo encargadas de la seguridad, un conductor y un responsable de cada carroza.
La marcha la abrían a las 18.00 horas la ministra de Igualdad, Bibiana Aído; representantes del PSOE, IU y UpyD; los líderes sindicales y las principales organizaciones juveniles portando una pancarta por "Una escuela sin armarios".
En declaraciones antes de participar en la cabalgata, Aído ha asegurado que "tenemos muchos motivos para tener orgullo; somos un país abierto que ha hecho una apuesta clara por la ampliación de derechos", y ha asegurado que todos los gays lesbianas, transexuales, y bisexuales "tienen a su lado al Gobierno".
La ministra ha lamentado que el 50 por ciento de los adolescentes homosexuales sufran violencia en la escuela y en los centros educativos y ha asegurado que "todos tenemos que ayudar a que la escuela sea un espacio seguro para la diversidad, porque lo que se aprende de pequeños se queda para siempre".
31 carrozas de música, agua y baile
Tras las pancartas, multitud de organizaciones de homosexuales llegadas de todos los puntos de España desfilaron coreando a gritos y dejándose fotografiar por las miles de personas que se agolpaban en las aceras de las calles.
"A Castilla le gusta la tortilla", "cura, imán o rabino, no estorbes mi camino", "estas son las familias de Aragón", "me gustan las peras, me gustan las manzanas, y en la cama me acuesto con quien me da la gana" son algunos de los lemas más cantados a lo largo de la marcha.
Entre las organizaciones que han desfilado también se encontraba Crismhom, una asociación de cristianos homosexuales que apuestan por "educar como Cristo en el amor y la tolerancia" y aspiran a "integrar fe y homosexualidad".
Pero el plato fuerte de la marcha lo componían 31 carrozas o camiones engalanados o provistos de inmensos altavoces y desde los que bailarines y juerguistas con poca ropa lanzaban panfletos, condones, camisetas o caramelos.
La crisis también hace mella en el desfile
La crisis económica también ha repercutido en el presupuesto del desfile reduciéndolo en un 32 por ciento respecto al año pasado. Así mismo el número de carrozas se han reducido respecto a la última edición y los organizadores esperan que los visitantes se dejen unos cien millones de euros frente a los 120 del año pasado y los 200 de 2007, año en que se celebró el Europride.
Cada carroza que participa en el desfile tiene un coste medio de 12.000 euros y es financiada en gran parte por el patrocinio de las instalaciones móviles. A este coste hay que sumar el de dos personas como mínimo encargadas de la seguridad, un conductor y un responsable de cada carroza.
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