Desde el PCE de Arriate queremos mostrar nuestra perplejidad e indignación por la gestión llevada a cabo desde hace más de tres semanas por el Ejecutivo español tras aceptar de forma irregular la entrada en Lanzarote de la activista saharaui Aminetu Haidar, en huelga de hambre en el aeropuerto de esta isla canaria por no poder regresar a su domicilio en el Sahara Occidental.
Tras el último intercambio de responsabilidades cruzado entre las autoridades marroquíes y españolas después de la frustrada vuelta de la activista saharaui a su casa del pasado viernes, queremos recordarle a Rodríguez Zapatero que Aminetu Haidar exige una única y simple reivindicación “ser devuelta en avión a El Aaiún por la misma regla de tres con que fue obligada a venir, tras ser expulsada ilegalmente por el Gobierno de Marruecos y que ha derivado en un supuesto ‘secuestro’ autorizado por la Administración española que encabeza su Gobierno”.
¿Cómo se calificaría que a un ciudadano español, sin orden judicial alguna, le fuera arrebatado su pasaporte, fuera subido por la fuerza a un avión en Barajas, para ser conducido, pongamos como ejemplo, a Marruecos y, ante la resistencia del comandante responsable del vuelo a llevarle sin la documentación pertinente, recibiera éste orden de las autoridades marroquíes de trasladarle de todos modos? Nosotros creemos que secuestro.
Frente a la incomprensión mostrada por el Gobierno español sobre las razones por las que Aminetu Haidar rechaza todos los ofrecimientos realizados, desde el PCE de Arriate mostramos nuestra compresión ante el hecho de que la activista saharaui no quiere el derecho de asilo, porque no es una refugiada, ni tampoco quiere la nacionalidad española, porque ella es saharaui, ni quiere la vivienda que le ofertan, porque ella tiene su casa en El Aaiún, que es dónde quiere estar con sus hijos para seguir luchando por su pueblo.
También es indignante e intolerable que el Gobierno del PSOE enviara un emisario a Lanzarote a acusar directamente a los miembros de la Plataforma de Apoyo a Aminetu, así como a las personas y organizaciones que solidaria y generosamente le están acompañando en este calvario, de ser los responsables de un no deseado trágico final, por aconsejarla negativamente.
Esta fue una acción incalificable del Presidente Zapatero, tras la que se pretende encubrir la responsabilidad de la incompetencia de su Gobierno en este asunto.
Por tanto consideramos que en el caso de que se produjera un final trágico que nadie desea el Gobierno de Marruecos sería sin duda responsable de este atropello, y el Gobierno español, sería cómplice necesario.
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